miércoles, 11 de junio de 2014

Taciturno

Ella tiene algo. 
Podría ser que nunca tuvo nada más en la vida antes, pero sí que tuvo eso, sea lo que haya sido, deduzco que lo tuvo; Esa es la clase de cosas que tienen las personas que jamás tuvieron nada más en la vida. ¿Entiendes? Como nubes de algodón derritiendose en el sol de verano, como malas compañías en una feria religiosa. Yo sé que ella tuvo algo, aunque no tuviera nada más que eso. Yo tan sólo pienso que si no hubiese estado siempre tan triste, posiblemente la gente hubiera notado mucho más la belleza de su rostro,o... ¿era caso la tristeza la que le daba esa belleza?, ¿Ese rostro?; El estado de ánimo compone facciones y las descompone a su antojo, como las nubes formas, como las olas moldean la arena, eran las manos firmes de un artesano metafísico, de un cirujano hermético; No me es difícil suponer (bueno, más bien a nadie le es difícil suponer), yo sé que que ella tiene ese algo. Lo sé. 
Ese día llovía mucho y ella regresaba apresurada con la lluvia azotando su paraguas. Millones de cristales líquidos, lágrimas, almas de anémonas, metió la llave a la cerradura mientras el viento le reclamaba mil cosas que ella estaba cansada de escuchar, cansada de masticar, por lo que cerró la puerta tras ella con un estallido sordo y cansado, casi arcaico, casi invocado. 
Puta lluvia. 
Puta puerta. 
Puta madre. 
Aventó las llaves que se azotaron contra el piso y sin encender la luz fue por una cerveza al refrigerador, guiada por nada más que el empirismo de la cotidianidad, por la sed, se sentó en una silla de la mesa y abrió la lata, "pssssssst", alcohol, espuma, sexo, ganas, "me voy a masturbar después de bañarme" pensó, ya que se sintió súbitamente excitada, se empinó la lata y se la acabo en un par de minutos, eructó (ah, cuando los ángeles eructan) fue a la regadera y al abrirla el ruido del agua de la tubería se confundió con el agua de la lluvia, sincopado, casi como una complicidad y los relámpagos delineando su figura oscuramente con su luz esporádica en los azulejos de la pared, y la espuma abrumandose en sus pies de azucena, se tallaba suavemente y el pelo negro y largo, y las curvas finas, y nada de eso importa para ser dichosa por la vida porque ella tiene ese algo. 
Caminó
...hacia la recámara sin secarse y se 
Tumbó
...en la cama sin ropa, en la oscuridad se
Estiró
...con los dedos fue recorriendo piel, no
Dudó 
...en gemir suave, pero antes de disfrutar 
Dormitó 
...porque no hay placer para quien nunca 
Vivió. 
Yo siempre supe muchas cosas de ella, a decir verdad era como si fuéramos uno, aunque nunca nos conocimos, y aunque siempre fuimos dos. Cuando ella dormía, yo despertaba, cuando ella venía, yo desertaba, cuando ella quería, yo me me desesperanzaba. 
No era inocente, pero tampoco fue nunca una criminal, aunque yo tenía la certeza de que ser inocente con ella, era como ser criminal, ella olía a flores, invierno, alcohol, lágrimas y enfado; y Siempre sonreía pero jamás reía. 
Siempre llovía cuando nos topábamos, aunque no nos reconociéramos, aunque no nos miráramos, por eso esa noche llegó empapada a casa y se durmió sin sentir placer, se durmió sin secarse, como una diosa cayendo al olvido, una estela de piedra en el fondo del mar, como una estrella marina secándose a la luz de la luna. 
[Suspira]:
 Las noches con ella eran siempre como días nublados, aunque nunca supe su nombre, la llamé de mil maneras...
[Avanza hacia un jardín seco y cubierto de nieve púrpura]:
...y ella me llamó sólo de una forma que no consigo recordar, por más que sueñe, por más que escarbe en cementerios, por más... 
[Suspira y toma un puñado de flores muertas y nieve púrpura , comienza a comerlas lentamente, mirándote]:

Pero el olvido... 
              Ese cruel amigo de los 
Amores fallidos.
 
Ella bailaba sola, le gustaba poner a Elvis mientras se movía en la oscuridad, y se acariciaba como si nadie más mereciera ser testigo de aquel rito, como si nadie pudiera ser tan diablo para su aquelarre. Se movía lento, de lado a lado, con aquellas caderas pronunciadas y la cintura de nudo, se agitaba seduciendo a las partículas de su maltrecha y suertuda soledad, bajaba suavemente moviendo la pelvis y luego cuando la tensión de la oscuridad parecía apunto de estallar, subía en un meneo intrépido que parecía devolver las ganas al mundo de seguir girando. 
No dependía de nada, ¿Por qué nos hacen creer que todo depende de algo? No lo sé, pero si puedo jurar que ella no dependía ni siquiera de ella misma. Tampoco le importa despertar al día siguiente, ojalá todo eso dependiera de programar o no la pinche alarma, pero ella no dependía de nada, ni de la noche, ni del descanso, mucho menos de eso.
Ella era praxis, apología de esas cosas de la vida que te apasionan aunque no las entiendas, cogito ergo sum. 
A veces, cuando bebía demasiado veía la vida más clara, más nítida, como si acaso la cerveza rubia aclarara su morena cabellera. 

De nos jours vous pouvez aller dans une
station service et trouver la caisse ouverte et les toilettes fermées. Ils doivent penser que le papier toilette vaut plus que les billets-se reía. 

Dormir est une façon de mourir ou tout au moins de mourir à la realité, mieux encore, c'est la mort de la realité; ¿Realité?... Ella sufría insomnios durante los sueños. 

Su plan era siempre el mismo y si acaso sufría alteraciones ella siempre estaba de acuerdo: 
1-La vida es una con una, fácil ecuación de uno más uno: dos. No se necesita más. No se puede con menos. 
2-Comer no es necesario, a menos claro, que sienta hambre. 
3-El sexo con una misma es igual de satisfactorio que acompañada, por la sencilla razón de que nadie conoce como yo, lo que me gusta. 
4-No encender nunca las luces si no es totalmente necesario, la oscuridad otorga una paz que irónicamente la luz sólo puede fastidiar. 
5-El resto de las reglas se pueden replantear (ir a la mierda) si llego acompañada a casa, haciendo especial destrucción de la tercera, dando una gran excepción a lo impuesto en la segunda, pero manteniendo firme la cuarta.  

Peaches, meneo, peaches, cadera a la derecha, peaches, cadera a la izquierda, meneo, Peachespeaches, nena, peaches, movimientodecaderarápidoderechaizquierda, peaches, oh. Y entonces abría las piernas y bajaba suave, ¿Alguna duda? Pues peaches. Así era eso, un súmmum de movimientos, y bam, la tierra se hacía pedazos, pedazos tan pequeños, hermano, que podías beberlos al día siguiente en un licuado, o comértelo en un sándwich y el cigarrillo se quemaba como los bosques de Chapultepec, pero eso a ella no le importaba un carajo, no amigo, ella no era ni de este mundo, ni de ningún otro en la constelación, por eso le importaba un carajo, un precioso y marfilado carajo; Su piel morena clara, las morenas y su manera de sacudir las reuniones, de mover las estaciones a su antojo. Apesar de todo... Aún tenía eso en la mirada, eso que la hacia caminar lento, y que hacia que el café se le enfriará en las manos, a segundos de que lo toque, y que llegara a su boca lastimando sus dientes con su hielo líquido...ah, pero siempre supe que ella tenía ese algo, porque también le hacia beber pastillas en frascos blancos, y rascar las paredes como esperando que de ellas manara algún líquido sanador, sagrado y purificador. Bebérselo todo. 

-Lo que ustedes no saben- decía -Es 
Nunca supe a donde iba cuando salia 
que el sol es bastante tímido, por eso, 
apresurada y llorosa, fluyendo con el 
por las mañanas sale lento, se asoma 
mar de flores de su olor, de su incógnita 
un poco, acecha primero, duda de su 
y corría lejos, ahí, donde nadie la veía 
magnitud, incluso el sol, el sol no sabe 
y lloraba por eso...
quien es, apesar de que jamás para de 
siempre lloraba por eso...
brillar.
hasta cansarse...

Pero aquí estoy, bajo un crepúsculo de algo que no es París, y viéndola a ella que no se sí es o no es, escribiendo algo que no se sí se pueda leer, pero mientras tanto el tiempo sigue pasando, porque yo se que ella tiene algo... Y pase lo que pase yo nunca, nunca, voy a dejar de estar a su lado, aunque no sepa ni como se llama. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario