Hielo.

-Últimamente he sentido mucho frío- dijo Verónica mientras permanecía de espaldas al pasto, y contemplaba las estrellas que parecían lunares en alguna espaldas de oceánicas proporciones.
-¿No te has abrigado bien?- le preguntó Cave mientras mordía el pasto.
-No es eso, es la gente, son como bloques de hielo, que me congelan a su paso- Respondió y suspiró.
-Ya veo, por dentro su sangre esta helada, y sus corazones como óvalos de hielo, por lo tanto, despiden aire polar-
-Lo se, tan ajenos a todo, a los dolores, a los quereres, me pregunto que será andar por la vida siendo hielo.
-¿Tú tienes hielo dentro, Verónica?-
-Sí, pero no natural, ellos congelaron todo sentimiento de amor y compasión que alguna vez pudo arder en mi interior-

Nena.

Cumplimos condenas en distintas celdas,
nos arrastramos por distintos caminos
Es como el pasto seco, bañado de saliva
Yo nunca te dije que esto estuviera bien, pero estando mal, me siento bien,
Cada perla de tus dientes como un cráneo, tus ojos pidiendo que te mate, y yo tan servicial.
Lo que
me duele,
te duele,
nos duele,
y de tus ramas caen frutos de los ayeres que jamás pasamos juntos.
Y ahí estas, tan pálida y con esa mirada de tristeza que me enamora, cabellera oscura y alma desgarradora, que tu vello íntimo sea como la seda de nuestras camas de boda.
Déjame ser quien conozca tus defectos y no te destroce como aquellas personas, un dulce metal paseando por tus lunares y tus costras.
Mi nena, sueles ser tan perversa y dulce, tan sexual y voluble, y ahí donde estés te busco, y aquí donde estoy, te espero.
Pero que no caigan más escupitajos sino no son de tu boca a la mía.
A veces para llamarte me pego a tus oídos como un secreto a la pared, a veces para una eternidad sólo basta unos segundos juntos.
Y tus dedos, tus huellas en mi habitación, tu presencia que pasea por cada una de las arterias de mi corazón.
No te vayas, que no te olvido, quédate aquí, déjame sentir que algo en mío.
Pertenecemos al mismo dolor, y yo tan horrendo, y yo, tan roto, y yo, tan devoto de tus oraciones.
De rodillas, ante unas puertas que no suelen abrirse.
Yo sólo se, que cuando suenen las trompetas, y llueva, posiblemente tu ausencia cicatrice.

Experimental I: Monstruo rojo.

Pobre monstruo rojo, sin boca y sin pene, como un pobre esclavos de las garras de la impotencia. Entrada dedicada a sus virginidades. Exorcicen ese demonio. ¡No les deja vivir! Rojo como menstruación en ropa blanca. ¡Que fluya el asco!
No dedico esto a la sexualidad reprimida de los sacerdotes que la sacian con orificios inocentes. ¡Dios si existes arroja a estos cerdos a un infierno! O al menos, llévatelos a cenar contigo.
Dedico esto a los hombres que sólo buscan sexo, con los testículos más llenos de leche que una vaca, que no respetan a las damas, yo, les digo ¡consigan un saca puntas eléctrico y metan sus penes! Es lo más parecido a una vagina.
Dedico esto a las chicas que sólo por tener un orificio genital se creen mujeres. A una mujer la construyen ideales, carácter, ideas no un par de senos.
A la sexualidad en general. En todas sus presentaciones. A las parafilias. A Marqués de Sade. A los flujos del cuerpo. A las lunas de miel. A la escritura erótica. A un amor de media noche.
Entonces dedico esto a la fertilidad, por que tú, que lees esto, estas aquí gracias a una de las mayores experiencias de la vida: un orgasmo.
Para quienes estuvieron a gatas, contra la pared, en el baño, en una mesa, para quienes bebieron de la copa carnal de quien aman.
Para todo aquel que apoye el libre albedrío. Para las experiencias. Para el placer. Para los dolores. Para el querer.
Para qué no importé si es pene y pene, vagina y vagina, vagina y pene, pene y vagina, que ningún grupo te rechace, que nadie te impida sentir y conocer tu sexualidad, ¿tus padres te impiden salir o tener novio? ¡Qué no se les olvide que se divirtieron mucho creándote esa noche! Padres hipócritas, irónicos.
Para la iglesia, y sus orgías secretas.
Para el padre de familia que se acuesta con transexuales por las noches que no llega a casa.
Para la chica que se siente atraída por su mejor amiga.
Para quien se masturba para conocer su ser.
Para quien tiene sexo, para quien hace el amor, para quien coge, para quien folla
Para la sexualidad, para que sean libres en un mundo que encarcela.

Por una sexualidad libre, sin discriminación ni prejuicios.

Juan Morrison.

Tengo un ardor en la parte más versátil de mi alma
Tengo un arma con balas, y son mis palabras
Tengo el cariño de lo inexistente y el odio del mundo
Tengo un crucifijo atravesando mi glándula de la felicidad
Dios esta muerto, y entonces el cielo el llamas
Existen llamadas que jamás son tomadas , y existen caminos que jamás son pavimentados
No venias en la lista, y sin embargo la encabezas, te amo tanto que mi odio es cariño, nena, si algún día me haces falta, hazme de todo hoy.
Pero siempre, estoy sólo y muriendo por dentro cuando escribo de esta forma, y le cuestiono, ¿estaré sólo? ¿Necesitare una prostituta? De esas que dan besos por dinero.
Algún día vendrá el sol, y podré sentir calor, por lo tanto que este Ártico me disuelva en sus pliegos de hojas afiladas.